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sábado, 23 de agosto de 2008

Suicidios "harakiris" colectivos se convierten en tendencia en auge en Japón


'Todo es horrible, quiero morir', se puede leer en un mensaje en una sala de chat japonesa en Internet. ¿Quién quiere morir conmigo?.


El incremento del número de japoneses que cada año se suicidan en grupo después de haber quedado en sitios online como éste se ha convertido en un nuevo problema para las autoridades de Japón, un país con una alarmantemente alta tasa de suicidio.
El jueves, cuatro personas (dos treintañeros, una de 22 años y otra de 19) fueron encontradas muertas en un carro en la ribera del isla septentrional de Hokkaido, en el último caso de una cadena de suicidios colectivos ocurridos en los últimos meses.



A lo largo de febrero, al menos 16 personas se han quitado la vida de esta manera.
Como en otros casos, la policía encontró varias cocinas de carbón en el auto, que tenía sus ventanas cerradas desde el interior. Los tres hombres y una mujer, que se habían encontrado a través de Internet, murieron por inhalación del monóxido de carbono que desprendían las cocinas.



Los suicidios colectivos solamente representan una pequeña fracción de los cerca de 30.000 japoneses que se suicidan cada año, pero los pactos entre desconocidos para suicidarse juntos tras contactar por Internet tiene a los expertos preocupados.
'La idea de suicidarse juntos es de alguna forma reconfortante', dijo Yukio Saito, que dirige la línea telefónica 'Inochi no Denwa' (teléfono de la vida). 'Suicidarse a solas es triste y hace falta más valor'.
'La manera en que estos suicidios están siendo tratados es muy sensacionalista por parte de los medios, y muy sugerente para personas que pueden estar pensando suicidarse'.



MOTIVOS ECONOMICOS



Según datos de la policía, una cifra récord de 34.427 japoneses se suicidaron en 2003, más de un cuarto de ellos a causa de deudas o desgracias económicas.
Del total de suicidios, solo 34 murieron en grupo tras comunicarse por Internet. Pero el número ascendió a 54 en 2004 y la policía dijo que el número real era probablemente más elevado.
En Japón no existe ninguna prohibición religiosa contra el suicidio y es ampliamente considerado como una forma de escapar al fracaso, o de salvarse de la vergüenza o las pérdidas económicas.
Pero Internet también puede ser una poderosa herramienta terapéutica. Los servicios de ayuda psicológica en Japón son aún básicos y con frecuencia están saturados, y los problemas psicológicos son con frecuencia considerados un asunto tabú.
'A las personas les cuesta compartir sus preocupaciones, especialmente cara a cara', dijo Tamura, profesor asociado a la Universidad Gakugei de Tokio. 'Pero en Internet, donde nadie conoce tu rostro o tu nombre, puede ser más fácil'
Tamura, que puso en marcha una página web para personas que sufren 'hikikomori' (depresión), dijo que conocía varios casos de personas que habían dejado de pensar en el suicidio tras visitar su web.

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